Si hay un lugar en Jávea que combina belleza natural, tranquilidad y accesibilidad, ese es sin duda Cala Blanca. También conocida como La Caleta, esta pequeña joya escondida al sur del municipio es uno de los destinos más apreciados por quienes buscan una experiencia auténtica en la Costa Blanca.
Ubicada entre el Primer Montañar y la Cala del Francés, Javea Cala Blanca se encuentra a tan solo unos minutos en coche del centro urbano de Xàbia. Su nombre proviene de las rocas blanquecinas que caracterizan este tramo del litoral, creando un paisaje que contrasta maravillosamente con el azul intenso del mar.
Si vamos en coche, llegar es sencillo. Desde el Arenal de Jávea, solo debemos seguir la carretera del Camí Cala Blanca, que nos llevará directamente al acceso peatonal. El camino está bien señalizado, y aunque no es una zona con gran afluencia de turistas, en temporada alta conviene llegar pronto, ya que el espacio para aparcar es limitado.
Otra opción muy recomendable es llegar a pie o en bicicleta desde el paseo marítimo del Arenal. La ruta es corta, agradable y permite disfrutar de las vistas del litoral y de los miradores naturales que rodean la cala. Esta es una forma ideal de comenzar la experiencia con calma, respirando aire puro y sintiendo la brisa del Mediterráneo.
Aunque es menos conocida que otras calas como La Granadella o Portitxol, la Playa Cala Blanca Jávea ofrece algo único: tranquilidad y naturaleza virgen. Se trata de una cala de piedra y roca, con un entorno casi salvaje que se mantiene sin grandes modificaciones humanas.
La Cala Blanca La Caleta se divide en dos pequeñas calas consecutivas, separadas por formaciones rocosas. Ambas cuentan con acceso al mar y zonas perfectas para tomar el sol. Su reducido tamaño y su ubicación alejada de zonas urbanas hacen que el ambiente sea muy tranquilo, ideal para quienes desean escapar del bullicio.
Uno de los principales atractivos de Cala Blanca Jávea es la transparencia de sus aguas. Gracias a su fondo rocoso, el agua mantiene tonos turquesa y una excelente visibilidad. Es perfecta para practicar snorkel y observar peces, algas y formaciones marinas que habitan en sus aguas. No olvidemos el calzado acuático, imprescindible para caminar entre las rocas con seguridad.
Aunque es una cala pequeña, ofrece varias actividades interesantes que la convierten en una parada obligatoria para quienes exploran Jávea.
Una de las rutas más recomendables es la que conecta Cala Blanca con Cala Sardinera, pasando por espectaculares acantilados y miradores. Estos senderos no solo nos regalan panorámicas únicas del mar, sino también el contacto directo con la flora mediterránea. El Mirador de Cala Blanca es uno de los más visitados, y ofrece una vista privilegiada del litoral javiense.
Las condiciones del mar suelen ser calmadas, lo que permite disfrutar del kayak o el paddle surf con total seguridad. También es un lugar ideal para los aficionados al snorkel, ya que se pueden explorar pequeñas cuevas y rincones submarinos con mucha vida marina.
Como cualquier enclave natural con encanto, conviene tener en cuenta algunos detalles para que la visita a la Javea Cala Blanca sea una experiencia inolvidable.
Aunque es accesible todo el año, los meses ideales para disfrutarla son entre mayo y octubre. Durante la primavera y principios de otoño encontraremos menor afluencia y un clima suave. En pleno verano, la cala sigue siendo menos concurrida que otras más populares, pero conviene madrugar.
Cala Blanca Jávea es una playa natural, sin chiringuitos ni instalaciones turísticas, lo que forma parte de su encanto. Por eso, recomendamos llevar agua, comida, protector solar y sombrilla. Si queremos comer o tomar algo, lo más cercano es la zona del Arenal, a unos 5 minutos en coche.
Sí, aunque al no tener arena, los más pequeños necesitarán calzado apropiado para moverse con comodidad. Es un lugar seguro si se respetan las zonas de baño y siempre se mantiene la vigilancia de un adulto.
Además de ser una zona de interés natural, Cala Blanca Jávea también se ha convertido en un punto de interés para quienes buscan villas en Jávea. Muchas personas se interesan por vivir cerca de esta cala por su tranquilidad, belleza paisajística y cercanía al mar.
Si estás buscando una segunda residencia o quieres invertir en la Costa Blanca, las propiedades en los alrededores de Cala Blanca son muy valoradas por su ubicación estratégica y su entorno privilegiado.
Nosotros recomendamos incluir esta cala en cualquier ruta por la costa de Jávea. Ya sea para pasar unas horas en la playa, hacer una ruta de senderismo o simplemente disfrutar de la vista desde el mirador, la Cala Blanca Jávea ofrece una experiencia auténtica y diferente.
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